"Una idea es una imagen o representación que queda en la mente, o intención de hacer algo, ingenio para disponer, inventar y trazar una cosa. Muchas veces la idea no es del todo nueva, sino que por el contrario viene a mejorar o a complementar productos o servicios existentes. Todos hemos tenido alguna vez una idea de negocio aparentemente brillante. Algunas surgen por la observación de la realidad, otras como resultado de prácticas previas, o como mejoras e innovaciones a otros negocios, es decir, representan el fruto de la experiencia."
(fuente: http://negocios.about.com)
1.- Toma una hoja de papel y haz una lista de cinco a siete cosas que te gustan hacer o que haces muy bien, tales como: Me llevo bien con la gente, me gustan los animales, me gusta leer, me gustan los números y las computadoras, entiendo de moda. Sólo escribe lo que venga a tu mente, aunque no tenga sentido.
2.- Enumera cosas en las que no eres bueno o no te gustan hacer. En este punto es importante que diferencies lo que definitivamente “no te gusta” de las cosas para las cuales tú crees que no tienes talento o “no eres bueno”.
3.- Con estas listas en la mano, pregúntate: "Si pudiera pedir de tres a cinco productos o servicios que hicieran mi vida mejor, ¿cuáles serían?" Piensa en tu vida como hombre, mujer, padre, esposo, madre, esposa, o cualquier situación en que te encuentres. Determina qué productos o servicios harían tu vida más fácil o feliz, qué te haría más productivo o eficiente, o qué te dejaría más tiempo libre.
4.- A continuación, formúlate la misma pregunta acerca de su vida profesional. Examina también lo que te gusta o disgusta en tu vida laboral y qué es lo que a la gente le gusta o no de ti.
5.- Finalmente, responde a la pregunta: “¿por qué quieres iniciar un emprendimiento?”.
Cuando termines, busca un patrón en lo has escrito ( por ejemplo: ¿se necesita un negocio que ofrezca una de las cosas que te gustan hacer o en las que eres bueno?).
Características de una idea exitosa
No existen fórmulas mágicas para saber si una idea tendrá éxito, pero los negocios que llegan a tener éxito acostumbran a presentar algunas de las siguientes características:
- La novedad: La originalidad. Operan en sectores de actividades emergentes o nuevas, fundamentalmente, los relacionados con servicios y nuevas tecnologías.
- La gente lo pide: Tienen una clara orientación al mercado, las circunstancias han creado esa necesidad. Están especializados en un sector concreto de clientes y ofrecen un valor agregado para el usuario que les diferencia de sus competidores.
- Da dinero: Son viables económicamente a mediano plazo, lo que les permite generar recursos suficientes para financiar el crecimiento de la empresa.
- Sobra experiencia: Cuentan con un equipo humano altamente calificado y comprometido con el proyecto. Muchos inversores prefieren apostar por un equipo “de primera” con una idea “de segunda” que por un equipo menos calificado con una idea genial.
- Hay un plan ganador: Parten con una planificación detallada basada en un análisis del mercado; tienen un plan de empresa, estrategia de marketing e incluso un plan de contingencias que prevé los pasos a seguir si algo va mal.
(fuente: http://negocios.about.com)
Pero cual es mi idea?
Que busco emprender?
- ¿Qué valor añadido aportas? Una idea de negocio es algo que aporta valor añadido a sus clientes. Puede ser un servicio tradicional pero que no está disponible en un mercado en concreto. Puede ser una idea innovadora que plantea una respuesta diferente a un problema ya conocido. Pueden ser muchas cosas, pero todas tienen en común el saber aportar valor a un cliente.
- ¿A quién se lo vendes? Si una idea de negocio es algo que aporta valor, tienes que tener claro a quien se lo aporta. ¿Quién es la comunidad que va a estar interesada? No pienses de forma demasiado general, es un error que hace muchos candidatos a emprender. Puede que tu idea sea tan exitosa que acabe gustando a todos, pero al principio al menos, tendrás un segmento clave. Asegúrate de saber cuál es.
- ¿Cómo se lo vendes? ¿Qué formato de monetización vas a elegir? ¿Cobras cada vez que la persona accede al producto o servicio? ¿Haces algún tipo de abono o alquiler? ¿Tus usuarios no son tus clientes finales (como es el caso de los formatos basados en publicidad? Hay muchas formas de monetizar, y escoger la forma equivocada puede ser la diferencia entre un producto exitoso y uno que no lo es.
- ¿A qué precio se lo vendes? El tema del precio es siempre un asunto complejo, especialmente cuando lo que ofreces es algo diferente a lo que ya existe, o si estás en sectores donde no existe tanta información sobre los precios aplicados (servicios a empresas, por ejemplo). El precio depende de muchos factores, pero tienes que poder cobrar el mayor precio posible dentro lo que está dispuesto a pagar tu cliente potencial (y eso es válido también para estrategias de bajo coste).
A quien voy a dirigirme?
- ¿Cuántos clientes potenciales tienes? Antes te hablaba de definir muy bien quien es tu cliente objetivo. El segundo paso es sin duda saber cuántos posibles compradores tienes. Teniendo en cuenta que no todos los posibles clientes acaban comprando (ni mucho menos), para tener posibilidades tienes que asegurar que existe un grupo lo suficientemente numeroso para que te merezca la pena.
- ¿Quiénes son tus competidores? Pero el tamaño del mercado no lo es todo. La demanda puede ser suficiente, pero si hay exceso de oferta, la situación no es mucho mejor. Por muy bien que lo hagas, si hay demasiados competidores, los clientes se van distribuyendo entre las diferentes ofertas, y en muchas ocasiones esto te impide alcanzar una cuota de mercado suficiente. Pero estamos hablando de exceso de oferta. Competidores siempre hay, y eso no es un motivo para desechar un proyecto. Solamente cuando la competencia es claramente excesiva hay que replantearse la cosas.
Mi idea es rentable?
- ¿Cuánto te cuesta elaborar y distribuir tu producto? Me refiero a la parte variable de los costes. Elaborar un producto o servicio cuesta tiempo o materias primas (o ambos), y viene asociado con diversos gastos como pueden ser logística y transporte, comisiones diversas, etc. Obviamente, si el precio que puedes aplicar es inferior al coste variable, es proyecto no sería viable.
- ¿Cuántos gastos fijos imprescindibles tiene tu idea? Una empresa suele tener muchos gastos fijos. Procura listarlos todos, y analiza cuantos productos o servicios deberías vender para cubrir estos gastos. Se trata de un objetivo a medio plazo, ya que todos los negocios tienen su curva de crecimiento. Pero si el volumen de venta necesario para alcanzar la rentabilidad es gigantesco, entonces quizás estés en frente de un proyecto que no podría ser rentable.
(fuente: blog.cofike.com)
Y cuando logramos por fin hacer nuestra lluvia de ideas, nos damos cuenta que aun nos falta lo principal por definir:
Como voy a emprender?
Tengo un plan?
Pero como empezar a emprender y que es lo que debemos considerar antes de empezar cualquier intento:
1. Domina tu mercado: Se trata del primer paso que hay que dar antes de emprender. De esta manera, sabrás con detalle lo que sucede en el medio en donde se desarrollará tu negocio. Enfócate en tu sector y detecta cuál es la oferta existente. Con base en esta investigación, desarrolla tu “ventaja única de compra”, la cual responderá esta pregunta que seguramente te hará el cliente: ¿por qué comprarte a ti? La respuesta debe incluir tanto las ventajas como los beneficios que distinguen a tu empresa frente a los demás.
2. Elabora un plan de negocios: La simple idea puede resultar complicada, sin embargo, es más sencillo de lo que crees. En este documento debes incluir los objetivos de tu empresa (a corto, mediano y largo plazo), las estrategias para conseguirlos, la estructura de la organización, el presupuesto que requieres para financiar tu proyecto y soluciones para resolver problemas futuros. Tener un plan por escrito te ayudará a mantener tus metas claras, podrás atraer inversionistas, solicitar créditos y facilitarás la integración y capacitación de nuevos elementos a tu equipo de trabajo. Actualízalo mínimo dos veces al año.
3. Define quién es tu cliente: Estudia el comportamiento y los patrones de consumo de tu mercado meta o target. Por ejemplo, el ritmo de vida y los tiempos de traslado en las ciudades no permiten que las personas vayan a comer a casa. A partir de esta situación, puedes concluir que hay una oportunidad de negocios en ofrecer alimentos saludables con servicio a oficinas. Para facilitar la tarea de identificar a tus consumidores potenciales, considera variables como género, edad, nivel socioeconómico y ubicación geográfica, así como escolaridad y estilo de vida. La recomendación de los expertos de inQba es saber a qué segmento quieres dirigirte y, posteriormente, definir el subgrupo o nicho que podría interesarse por tu producto o servicio. “Hay oportunidades en todos lados”, asegura López Estrada.
4. Escucha a tus futuros compradores. La clave para que una empresa sea bien recibida en el mercado está en darle al cliente lo que necesita. ¿Sólo eso? No. Lo ideal es superar sus expectativas. Uno de los errores más comunes es creer que tu negocio será un éxito sólo porque a ti te gusta. Por ejemplo, abrir una tienda de videojuegos en una zona donde la mayoría de la población tiene más de 50 años.
5. Analiza a tu competencia: Según el Centro de Consultoría e Innovación Empresarial y Financiera del Tecnológico de Monterrey, ocho de cada 10 emprendedores pasan por alto a los “competidores” como un factor a evaluar. Esto sucede básicamente porque el empresario tiene una gran autoestima y se olvida de que existen otros actores en el mercado.
Así que tu misión es estudiar lo que hacen otros negocios del mismo giro en donde te encuentras. Analiza sus características y verifica si de verdad satisfacen las necesidades de los consumidores. Si quieres posicionarte entre las mejores opciones, tienes que diferenciarte del resto. No se trata de descubrir el hilo negro, sino más bien de atreverte a innovar pero sin perder de vista a tu principal objetivo: el cliente.
6. Traza un plan de mercadotecnia: Este documento te ayudará a definir el rumbo que tomará tu negocio en tres aspectos esenciales: situación del mercado, oportunidades y amenazas, así como metas por alcanzar. También es un buen recurso para que otras personas se enteren de quién es tu empresa, cómo funciona y hacia dónde quieres llevarla. Toma en cuenta que la calidad de tu producto o servicio hoy ya no garantiza el éxito del negocio. Lo importante es crear una campaña efectiva para dar a conocer tu producto o servicio entre los compradores potenciales. Badillo Jordán aconseja utilizar la estrategia de las cuatro P’s de la mercadotecnia: producto, precio, promoción y plaza.
7. Invierte en tecnología: Una computadora –ya sea de escritorio o portátil– es una herramienta básica para emprender. Con ella puedes elaborar tanto tu plan de negocios como el de mercadotecnia, integrar bases de datos y hasta hacer proyecciones financieras. Y si te encuentras gran parte del día fuera de la oficina, ahora también puedes adquirir un smartphone o teléfono inteligente, el cual te permite revisar tu correo electrónico de forma permanente, entre otras funciones. Por otro lado, las aplicaciones en línea como Facebook, Twitter, YouTube y blogs te llevarán de la mano para encontrar nuevos consumidores, mantenerte en contacto con ellos y darles un mejor servicio. Otra tendencia en tecnología que ya se suma y que promete ser de gran utilidad es el mobile marketing que consiste en el envío de mensajes vía celular para promocionar tu marca.
8. Busca asesoría y capacitación: “Recuerda que mientras más preparado estés, mejores oportunidades de crecimiento habrá para ti”, aconseja López Estrada. Hoy como emprendedor ya no estás solo; existen varias organizaciones que te apoyan para desarrollar tu proyecto, ser un buen líder, ganar clientes y obtener financiamiento. Aquí algunas opciones.
9. Crea alianzas estratégicas: Haz una autoevaluación donde te preguntes lo siguiente: ¿Qué ofreces? ¿Hasta dónde quieres llegar? ¿Cómo quieres lograrlo? ¿Qué necesitas para hacerlo? Esto te permitirá identificar tus fortalezas, debilidades y áreas de oportunidad. Con base en esta información, podrás determinar si necesitas un inversionista, socio o distribuidor para fortalecer tu empresa. Asiste a ferias, exposiciones, convenciones o participa en redes de negocios para conocer otras compañías afines.
10. Forma un equipo productivo: Una empresa nace y crece gracias a sus colaboradores. Por lo que tu misión es integrar un grupo plural, en donde cada miembro del equipo aporte su talento para aumentar la productividad de las diferentes áreas de la organización. También es importante que escuches y tomes en cuenta las ideas de tus trabajadores. Y por supuesto, crea un plan de carrera individual para desarrollar al máximo las capacidades de todo el personal.
(fuente: www.entrepreneur.com)
Consejos para emprender con pocos recursos:
- Aprovecha las redes sociales Internet 2.0, interactúa con tus potenciales clientes, conócelos, que te conozcan, sé cercano a ellos, demuestra que eres bueno. Facebook, Twitter, Instagram, foros, blogs… todas estas herramientas son gratuitas, y con ellas puedes llegar a miles de personas, solo tienes que elegir la que mejor se adapte a los servicios que ofreces y a los clientes que buscas.
- Date valor, tienes que saber a qué cliente te diriges: Low Cost o Premium? El precio que fijes por tu trabajo tiene que estar acorde a lo que ofreces.
- Ofrece un valor añadido ¿Qué puedes añadir a los servicios de tu competencia para marcar la diferencia? Un trato personalizado y cercano suele ser lo que más agradecen los clientes, ya que están hartos de servicios postventa que pasan de ellos, de sentir que gastan su dinero en productos que no saben ni cómo funcionan…
- No tienes la necesidad de crear una S.L. e invertir 3000 euros. Puedes crear una Comunidad de Bienes, donde los gastos son mucho menores.
- Simbiosis, cuando necesites una página web, darte a conocer o cualquier servicio, trata de buscar a otro emprendedor u otro negocio que también necesite de tu producto/servicios, os podéis pagar en especias, lo que disminuirá el gasto, aparte de que en el futuro tendréis la puerta abierta para continuar colaborando.
- A la hora de realizar cualquier inversión en material, compara precios en tiendas físicas y online, todos queremos ayudar a nuestros vecinos en sus negocios, pero muchas veces la diferencia es abismal de comprarle en una tienda tradicional a realizarlo vía internet: folletos, tarjetas…
- Inspírate y perfecciona. Si alguna empresa de tu sector va bien, analiza: ¿Por qué funciona? ¿Qué puedo mejorar para ofrecer un mejor servicio a mis clientes?
(fuente: www.emprenderalia.com)

0 comentarios:
Publicar un comentario